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No hay salud sin descanso. Y menos aún si se está enfermo. El hospital Vall d’Hebron ha relanzado el programa Bona Nit , que quedó interrumpido por la vorágine de la covid al poco tiempo de haberse puesto en marcha. Porque está más que demostrado que dormir cuando uno está ingresado mejora las patologías y adelanta la salida hospitalaria. Y ante las evidencias, los responsables del Vall d’Hebron han puesto en marcha medidas para reducir los numerosos ruidos y las luces que siembran las noches hospitalarias y que imposibilitan el descanso. A partir de las 22 horas en pediatría y una hora más tarde en las plantas de adultos se reducen los ruidos (ascensores, carritos, puertas, conversaciones de internos y de profesionales...), mientras el personal sanitario evita deambular por los pasillos centrales y encender las luces de las habitaciones. Las linternas de los móviles son de gran ayuda para este fin. Desde aquí, solo dar la bienvenida a unas medidas que permitan que el impacto del ingreso hospitalario sea menos perturbador.

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