La vida breve de una granja ilegal de criptomonedas | Las Provincias

2022-08-20 09:49:09 By : Mr. Jack Bao

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Agentes se incautan de equipos destinados a la fabricación de criptomonedas, de forma fraudulenta, en una nave de Santiponce. / Policía

En la plácida e histórica Santiponce, localidad de nueve kilómetros cuadrados en Sevilla y algo más de 8.000 habitantes, se cultivaba en secreto algo más que maíz y girasoles. Como suelen hacer en las redadas a los narcos, los efectivos de la Policía Nacional derribaron la puerta blindada, con pasamontañas y mazo.

Dentro del búnker no había una plantación de cannabis ni un laboratorio de drogas sintéticas. Había ordenadores, dedicados a la minería de criptomonedas. Esta es la primera granja de bitcoins que se desmantela en España. Y su historia fue breve.

En un panorama mundial en el que las 20 firmas de monedas etéreas consumen cada año más del doble de lo que se gasta en una ciudad como Madrid, la granja ilegal desmontada en Andalucía se encontraba en una «fase temprana de funcionamiento», al final de la cadena de valor del 'blockchain', el complejo sistema que da valor a las actividades digitales. Aún no resultaba «rentable», dice la policía. en un comunicado.

Al entrar en la «granja», los agentes hallaron una gran estantería con 21 torres de PC interconectadas y un enrevesado e ingenioso sistema eléctrico que se enganchaba ilegalmente a la red eléctrica, con «un consumo de amperios muy elevado», indica la policía.

A esta granja de bitcoin que intentaba funcionar a coste eléctrico cero la delató los contadores de luz de este pequeño pueblo. La variación en el consumo de electricidad despertó las sospechas de las autoridades, que iniciaron la operación 'Troya'. El rastro llevó hasta unas viejas caballerizas.

Los mineros habían invertido unos 50.000 euros en la instalación, calcula la policía. Más de la mitad en las computadoras Asic, y el resto invertido en un equipo de un equipo especial –Mining Rig, en léxico de informático– y potentes ventiladores y sistemas de refrigeración, que evitaban el recalentamiento de las máquinas.

Los 'granjeros' del código ganaban unos 3.500 euros mensuales con la creación de bitcoins, según las pesquisas. Una ganancia que se hubiera evaporado con los altos costes de la energía. El fraude a las arcas públicas en consumo energético ronda los 2.000 euros al mes, según la compañía eléctrica. Tampoco les favorecía la devaluación estrepitosa de las criptomonedas que en las últimas semanas han llegado a perder hasta el 50% de su valor.

La minería de criptomonedas es una actividad que ha sido criticada por los analistas y ecologistas, y ya los Gobiernos intentan regular la actividad allí donde se instalan los criptocultivos. En España, la actividad es marginal. Representa el 1% de la minería mundial, según un estudio del Centro de Investigación de Políticas de Energía y Medio Ambiente del MIT, publicado el año pasado. El siguiente paso policial será seguir la ruta digital para poner nombres a los «mineros».